viernes, 1 de febrero de 2013

Otra manera de entrenar velocidad


Hoy, cuando me levanté, tenía planeado entrenar velocidad, mi plan era correr unos 5-6 kilómetros y luego 10 series de 150 metros, a medida que el día iba pasando y viendo lo que tenía que hacer, veía cada vez más difícil la posibilidad de llevar a cabo ese plan, pero no quería dejar de entrenar velocidad.

Llegué a mi casa, con el tiempo justo para correr, bañarme y salir a hacer algunas cosas, que no podía dejar para después, como iba justo de tiempo y en esto de correr uno tiene que ser creativo, recordé un artículo que hablada de entrenamientos de velocidad en el cual mencionaba las “tempo running” si mal no recuerdo el nombre, por lo que decidí probarlas.

Para los que no saben, esta manera de entrenar velocidad consiste en aumentar considerablemente el ritmo durante la parte media de la carrera, por lo que empiezas a un paso bajo, luego subes tu ritmo a “cómodamente fuerte”, y luego lo vuelves a bajar para finalizar la carrera. El artículo que leí ponía como ejemplo una carrera de 10K, en donde los primeros dos eran suaves, los seis del medio eran de alta velocidad y finalmente los últimos dos volvías a bajar el ritmo. Como pueden ver, la parte gruesa del entrenamiento está en la parte en donde uno sube el ritmo, por lo que hay que hacerlo con mucho cuidado para no quemarse antes de cumplir.

Como era la primera vez que probaba esto, quería hacerlo con mucho cuidado, no quería forzar y quiero correr largo el domingo, por lo que decidí hacer 5 kilómetros, con los tres del medio a un ritmo considerablemente más fuerte. Adicionalmente, decidí en los tres del medio ir subiendo poco a poco la velocidad, no hacerlo de una, es cierto que entre el 1 y 2 hubo una diferencia de ritmo, pero no tanta como en el último a ritmo fuerte en comparación con los suaves de los extremos.

Logré hacer los 5k como lo planee, termine muy satisfecho y CUIDADO no piensen que los kilómetros de los extremos no son importantes, el primero te ayuda a soltarte y el último creo que trae mucha fortaleza mental, vienes de presionar mucho y en vez de parar, sigues corriendo a un ritmo menor.

Cuando termine, les puedo decir que por los “dolores” que tenía, que había sido un buen entrenamiento, por el cambio del paso que tuve, fue necesario poner una postura más agresiva, me incline más hacia delante y la pisada también cambió, solo utilizaba las puntas de los pies, por lo que los gemelos y los glúteos trabajaron considerablemente más que en una carrera normal.

Lo que más me gustó, es que a diferencia de los piques, te acostumbras a ir a un ritmo más fuerte por mayor tiempo, los piques nunca son tan largos, en cambio esto si, no solo te entrena las piernas, te entrena también la cabeza.

Si nunca lo han intentado y quieren darle variedad a los entrenamientos de velocidad, se los recomiendo, yo los seguiré usando, ya les contaré más de sus beneficios cuando empiece a verlos…

Nos vemos pronto,
Rafa – El gordito corredor

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