lunes, 29 de abril de 2013

La media maratón de Madrid


Primero que nada, perdonen a todos por no haber escrito un nuevo artículo en casi un mes, he empezado en un nuevo trabajo y todavía no he encontrado ese rato para escribir mis vivencias como corredor y por muy lamentable que suene, tampoco para correr.

Pues si, corrí el medio maratón, soy oficialmente un finisher, el nuevo reto el maratón, pero ya eso será para después, ahora a centrarnos en lo que nos toca mejorar. Es cierto que pude terminar y que no me puedo quejar demasiado de cómo me fue, pero me queda el habitual sentimiento de “pudo haber sido mejor”.

Es cierto que no hice la mejor preparación, las dos semanas antes de la carrera, ni si quiera me puse los zapatos de correr, el dormir y la alimentación no estuvieron mucho mejor, con esto de adaptarse a un nuevo trabajo, y además el fin de semana antes de la carrera fue, deportivamente, un desastre, eso si, el sábado, me concentré en descansar y comer bien, aunque obviamente no fue suficiente.

Pese a todo ello me paré el domingo con mucha ilusión y ganas de hacer mis primeros 21 oficiales, desayune un par de rebanadas de pan con mermelada, me puse mis zapatos y salí con mi suegro, que corrió conmigo, a el parque El Retiro.

El clima un poco más frio de lo que esperábamos, hizo unos 6º, que para la época es bastante bajo en Madrid, pero para mí fenomenal, me encanta correr en climas fríos y como en teoría, íbamos un tanto justos de tiempo no nos debía haber afectado.

De verdad son pocas cosas las que se le pueden criticar a la organización del evento, pero una de ellas es sin duda la salida, falto un poco de orden y más señalización, lo otro los puntos de hidratación, pero no he  corrido la primera carrera en Madrid en donde quede satisfecho, desde la distancia de uno y otro, hasta las botellas de agua, todo creo que es muy mejorable, o por lo menos en Caracas era considerablemente mejor.

Llegó la salida, como todas las carreras un poco apretada, pero bueno, no hay nada que hacer más que tratar de buscar tu ritmo y ligar que nadie se te atraviese, JA!, salimos del retiro, una ruta con una que otra pendiente, pero ninguna de demasiada pronunciación. Pasaron los primeros 5K y todo iba bien, ningún dolor, ninguna sensación extraña y no había ningún signo de cansancio, pese a que iba a un ritmo un poco más alto que el mio.
No fue hasta el kilómetro 11 que empezó una pequeña molestia en la rodilla izquierda, que poco a poco fue empeorando, para el 13 ya había pasado a dolor y con una sensación rara en la otra rodilla, para el 14 se me había olvidado el de la rodilla izquierda de tanto que me dolía la derecha y fue aquí donde todo empezó a empeorar y para colmo de males, justo en la parte donde venían más pendientes.

Me dolía tanto en bajadas como en subidas, si caminaba me molestaba más, tuve que parar a estirar unas 5 o 6 veces que era lo que me calmaba un poco el dolor, pero ya para el 18, cada vez que intentaba estirar sentía esa sensación que viene antes de un calambre, por lo que tuve que dejar de hacerlo.

Si les soy sincero, cuando llegué al 15 pensé en caminar hasta el final, pero justamente llegábamos de vuelta al parque y había mucha gente dando apoyo, sin esos desconocidos que te dan fuerzas, hubiera sido imposible terminar. Agarré un segundo aire que duro poco, pero ayudo mucho, sobretodo en ánimos, logré hacer un kilómetro más al ritmo que traía.

Del kilómetro 17 en adelante, pasé de un ritmo cercano al 5:15 min/k a casi 8min/k, fui acomodando mi paso hasta que encontré uno que no me molestara casi en las rodillas, obviamente sacrifique mucho en velocidad y empecé a utilizar músculos que nunca utilizaba.

Esos últimos 5K los sufrí como nunca, estaba fundido, y lo peor es que cansancio como tal, no sentía, era el dolor lo que me tenía loco, pese a ello, parar o abandonar no eran una opción. Seguí tirando el resto y logré llegar a la meta, golpeado, con mucho dolor, pero feliz!!!

lunes, 25 de marzo de 2013

Una digna despedida


Ayer, salí a hacer una de las ultimas tiradas largas, por no decir la última, antes del medio maratón del 7 de abril  en vista que la última vez que había corrida había sido el miércoles, decidí volverme a poner los zapatos más viejitos, esos que tanto cariño les tengo.

Corriendo, me puse a pensar como siempre, al final es mi espacio personal de meditación, en donde valoro desde las decisiones importantes, hasta las cosas banales, como lo fue en este caso el retiro de mis zapatos rojos que ya tienen más de 1000K.

Era algo que venia valorando desde hace algún tiempo ya, la suela esta lisa, la amortiguación además de haber perdido su color, cosa que en verdad poco importa, ha perdido sus propiedades de amortiguación, se han descocido en varios lugares, por lo cual era algo que tenía que hacer más temprano que tarde.

Como era su última carrera, la quería hacer digna, salí como cualquier otro día, pero en verdad terminó volviéndose una carrera épica, que de no haber sido por una pequeña molestia en una rodilla y que tengo la carrera en par de semanas, me hubiera gustado forzar un poco más y volverla más épica todavía haciendo una nueva marca personal. Si se que suena un poco tonto, pero en verdad, los corredores, y no solo yo, le terminamos agarrando mucho afecto a esos zapatos, a esas medias y a esa ropa con la cual nos sentimos particularmente cómodos.

Salí y las condiciones eran muy buenas, un sol radiante, una temperatura de unos 15 grados, finalmente llegó la primavera, y además ayer llovió mucho por lo que la tierra iba a estar más blanda de lo habitual, hasta aquí todo bien, eran poco más lo que se podía exigir.

El detalle estuvo, que justo cuando estaba en la parte en donde más me alejo de casa, empezó a llover, pero no esa lluviecita que te refresca y ya, primero, se puso bastante negro el cielo, por lo que la temperatura bajó inesperadamente, al final lo agradecí un poco, estaba ya caliente y casi ni me molestó, el detalle fue cuando empezó a llover, fue una lluvia de esas que te es casi imposible ver algo más allá de unos 5 metros.

La lluvia duró unos 15 minutos con bastante fuerza y después siguió lloviznado ya más suave, obviamente estaba mojado de la cabeza a los pies, pero eso pese a poner un poco más de peso en los zapatos, no era tan molesto como lo resbaloso que estaba el piso.

Como siempre les comento, suelo correr en Casa de Campo, y siempre que puedo sigo por lo caminos de tierra, que después de semejante lluvia, se podrán imaginar que en estado óptimo, no estaban. El barro y el agua que corría por los caminos, hacían que seguirlos se volviera cada vez más complicados, el detalle está que en las subidas y bajadas, los caminos de pavimento, no eran más fáciles, al ser poco transitados y con tanta vegetación alrededor, eran más resbalosos que la propia tierra. Claro es importante destacar que en realidad los zapatos no ayudaban, la suela esta completamente lisa, los pequeños tacos, son hoy, cosa del pasado.

Pese a todo esto, me mentalicé en que iba a ser la última salida con estos zapatos, y que no era “justo” para ellos, que desistiera en mi salida, termine mis bajadas y subidas, con un poco más de complicaciones de lo habitual, pero sin ninguna caída ni dobladura de tobillo ni nada. Su próximo paso será la beneficencia, son zapatos que pese a su desgaste y que para correr ya no sean aptos, sirven muy bien para andar y para que alguien les saque un poco más de provecho. Si me los quedo yo, se que los usare una que otra vez para ir a hacer una compra o algo así, es por ello que prefiero dárselos a alguien más necesitado y que los vaya a usar de verdad,

Nos vemos pronto,
Rafa – El gordito corredor

sábado, 16 de marzo de 2013

Una Semana Rara


Esta semana, después del buen susto que les comenté, volví a empezar a correr, si les soy sincero, con un poco de miedo, pese a ello me fui probando poco a poco y prestando mucha atención a las sensaciones que tenía en ambas piernas.

Si, de ambas piernas, pese a que el dolor fue solo en la izquierda, muchas veces a lo que tratamos de proteger la pierna afectada, terminamos lesionando la otra, ya me ha pasado en otras ocasiones, por lo que después de haber aprendido mi lección, trato de seguir corriendo de la forma más natural posible y muy pendiente de las sensaciones.

Después de un parón de 6 días, empecé corriendo 3 kilómetros para ver si notaba algo, alguna que otra pinchazo aquí y allá, pero creo que era más por el hecho de haber parado completamente, que por la misma lesión, igual al terminar, buena sesión de estiramiento y el posterior hielo en la zona que me había molestado en los días previos.

De verdad tenía el temor de haber forzado, y de haber tratado de apresurar las cosas, pero ello no me detuvo, de verdad las ganas de entrenar eran muy grandes.

El mismo lunes volví a salir, esta vez quería probar un poco mas de distancia, unos 5-6 kilómetros me hubieran dejado satisfecho, termine haciendo un poco más de 7 y repitiendo la rutina después de la carrera, como seguí sin sentir dolor, el miércoles volví a salir, esta vez decidí levantar un poco el ritmo, termine haciendo casi 9 kilómetros y lo mejor de todo, sin dolor.

Hoy quise llevar las cosas más allá, me deje de cosas de seguir en plano, tengo la media maratón en tres semanas y quiero saber si la voy a poder correr, por lo que me metí por mi ruta favorita de Casa de Campo, que empieza por la entrada que está cerca de Príncipe Pío, vía hacía la laguna, después agarro la vía hacia el zoológico, pero antes de llegar me meto por el Camino de Somosaguas, corro por la parte alta de parque que está pegado a Pozuelo por el camino de las bicicletas y bajo por uno de los caminos que bordean algunas de las partes donde se protege la fauna, cayendo de nuevo a la laguna y bajando a donde inicié todo.

El total unos 15 kilómetros, que les puedo decir, quedé muy satisfecho, sin dolor, ni si quiera en las bajadas que es donde más sufren las rodillas, sin terminar demasiado cansado, puedo decirles con sinceridad que podía haber hecho unos 5 kilómetros más sin llegar a mi máximo y a un ritmo relativamente rápido, teniendo en promedio por debajo del 5:40 min/k y con kilómetro que lo corrí a 5:05.

Ahora bien, me siento bien, pero sé que tengo que seguir con cuidado, no me puedo forzar al máximo todavía para no arriesgar y menos a tan poco tiempo de la carrera, seguiré con un poco de cuidado, pero igual sin parar de entrenar y buscando llegar en mi mejor forma a la carrera.

Nos vemos pronto,
Rafa – El gordito corredor

lunes, 11 de marzo de 2013

La fiesta debe continuar


Es cierto que tuve un dolor fuerte la semana pasada, que sentí miedo, que por mi mente pasó la posibilidad de no correr el 21K, pero no soy de las personas que suelo rendirme tan fácil.

Pasé toda la semana tratándome el dolor, frio, calor, estirar, cremas, de todo lo que solemos usar, sin llegar al abuso y el sábado salí a probarme por primera vez después de parar las carreras por seis días. Pese a que estaba lloviendo fuerte, que la temperatura era menor de 5 grados, nunca pasó por mi mente no correr.

Después de la carrera, me quedaron sensaciones mezcladas, no es falso que durante la pequeña carrera sentí una pequeña sensación en la parte izquierda de mi pantorrilla, no sentí dolor alguno, pero como en la última carrera antes de la lesión no sentí dolor como tal tampoco, preferí parar cuando solo llevaba 3 kilómetros, lo mínimo que me había propuesto correr.

Mi miedo era en los momentos después de la carrera, estiré bien y me vine a  mi casa directamente, saque las bolsas de gel frio y me las puse desde la rodilla hasta el tobillo, ya lo único que podía hacer era esperar.

Esa noche sentí sensaciones raras en la pierna, ir al medico fue algo que me planteé, pero lamentablemente sé lo que me va a decir, reposo, pastillas o inclusive más exámenes que lo que me van a hacer es perder más tiempo, por lo que decidí esperar un poco y ver como se van dando las cosas.

Hoy volví a salir a golpear el asfalto, seguir probándome a ver como se van dando las cosas, en esta ocasión mi plan era hacer unos 6 kilómetros, poco a poco y con paciencia, a ritmo más suave de lo normal para no arriesgar tanto, si no tuviera la carrera en poco más de tres semanas, créanme que el reposo lo hubiera ampliado algo más, pero a menos que el dolor se agrave más, el médico quedará para después de la media maratón, si es que es necesario.

Como me fue? Pues no me puedo quejar, terminé corriendo 7,5K, acelerando un poco al final para ver como estabas y en esta ocasión no sentí ninguna sensación rara, seguiré probando poco a poco a ver como se va dando, pero hay que estar claros en algo, primero, el reposo activo ha dado sus resultado, de verdad se los recomiendo, lo segundo y creo que más importante, la lesión no era tan grave, sino no hubiera arriesgado en salir a probar que tal?

Nos vemos pronto,
Rafa – El gordito corredor

domingo, 10 de marzo de 2013

El susto y el descanso activo


Todo venía muy bien, había terminado una semana de más e 40K con una carrera de 21K y me sentía bien, el domingo hice 13K y me sentía que podía volver a hacer 21, pero preferí no forzar, pare en los 13, pero no terminé agotado ni con dolor alguno, todo indicaba que había sido una buena semana y que se venía una mejor, estaba llegando al pico de mi entrenamiento a solo tres semanas de la carrera.

Sorpresa, sorpresa, me paré el lunes que casi no podía apoyar el pie izquierdo, mucho dolor, sobretodo en la zona del tobillo, susto, resignación, me imaginé lo peor, lesión grave, de verdad me dolía bastante.

Obviamente, decidí parar, tomarme un descanso, pero no cualquier descanso, hice lo que me gustaría llamar un reposo activo, es cierto que no salí a correr, pero no me quedé en el sofá, descanse completamente el primer día, pero el resto fue muy diferente.

El primer día hielo en la rodilla y el tobillo varias veces en el día, para calmar un poco el dolor, acompañado por un desinflamatorio, a partir del segundo día, entrenamientos de núcleo, estiramientos y calor en las zonas afectadas. El resultado, todavía no lo sé a ciencia cierta, pero me siento mucho mejor.

El viernes inclusive salir a correr, corrí poco, solo 3 kilómetros, pero quería probar como tenía la pierna, a pesar de no haber sentido dolor, sentí una pequeña sensación fuera de lo normal en la pierna afectada y como el día antes del dolor, en verdad no sentí nada más allá de lo normal, preferí no forzar más de la cuenta y ver como me sentía en los próximos días.

Ayer cuando me levante, seguí sin sentir dolor, hice unos cuantos abdominales, flexiones y entrenamientos con ligas y pese a que no me siento al 100%, no tengo dolor alguno, ya no estoy tomando pastillas ni poniéndome dolor y después de ya una semana de descanso activo, mañana voy a volver a probar con un poco más de distancia, ya les contaré como me va.

Rafa – El gordito corredor

domingo, 3 de marzo de 2013

¿Quieren mejorar integralmente? Pierdan los kilos de más


Como muchos de ustedes saben, y otros suponen por el nombre del blog, flaco, flaco no soy. Si es cierto que he perdido unos 10 kilos en los últimos dos meses, pero sigo sin estar en mi peso óptimo, pero los beneficios de ser más delgado ya han florecido.

Es cierto que hice una dieta muy fuerte durante dos semanas, seguidas por tres de una de mantenimiento en donde básicamente no consumía carbohidratos, que entrenar era sumamente difícil y que durante ese mes y algo más reduje mi distancia semanal a menos de la mitad, todo era más complicado, pero nunca deje entrenar por completo.

En estas últimas dos semanas ya he comenzado a comer algunos hidratos de carbono, me cuido mucho más y he seguido combinando ejercicios de fuerza, con entrenamiento de distancia, lo que trajo como resultado que me sintiera mejor corriendo.

Aquí no quiero dármelas del inventor de la rueda, sabemos que si estamos más flaco vamos a rendir mejor, lo que pasa es que muchos de nosotros, en esto me incluyo, nos conformamos con los tiempos y distancias que estamos haciendo con el sobrepeso y nunca nos imaginamos que tanto podemos mejorar.

Esta semana fue cuando me di cuenta de todos los beneficios que trae perder ese peso de más, tengo un 21k en poco más de un mes, y estaba realmente asustado si iba a poder llegar a la distancia porque en verdad siento que no he corrido lo suficiente en los últimos meses. Esta semana fue diferente, empecé el lunes corriendo 21k en 2:03:14, un tiempo decente tomando en cuenta que es la primera vez que lo hago, que lo hice en un circuito con muchas colinas y que además no me hidrate ni me preparé en cuanto a nutrición ni durante la carrera, ni en los días previos a la misma. Pero eso no es todo, solo los primeros 8 kilómetros los hice por encima de 6 min/k, de resto baje de 5:35 min/k, muy buen tiempo, tomando que hace un mes me costaba bajar del 6:30, es cierto que estaba más lento de lo normal por lo de la dieta, pero previo a la dieta era un ritmo que ni en el mejor día lograba mantener.

La cosa no termina ahí, dos días después, un poco apresurado, lo se, volví a salir e hice 7 kilómetros, paré solo porque sentí una pequeña molestia en una rodilla, tampoco quiero romperme estando tan cerca de la carrera, llegué a casa, hielo y poco más y hoy después del debido descanso, volví a salir, quería hacer como mínimo 12 para redondear una semana de 40K, los logré, metiéndome por una ruta con colinas y sin mayor esfuerzo, de hecho hubo un momento que pensé en tirarme 21K de nuevo, pero creo que prefiero dejarlo para la semana que viene.

El ritmo de las dos carreras, muy bueno, volviendo hacer kilómetros cercanos a los cinco minutos y lo mejor no es eso, es la sensación, los estoy haciendo sin esfuerzo extra, es mi nuevo ritmo natural.

Y es que sencillamente tengo 10 kilos menos, pero al mismo tiempo estoy más fuerte y no solo de piernas, también el núcleo y los brazos, lo que me ha traído muchos beneficios, menos dolores y mejores sensaciones. Si tienen unos kilos de más, les invito a que se los quiten, sacrifiquen un mes de entrenamiento, pierdan el peso, pero eso si, nunca paren de correr, bajen las distancias, combínenlos con otros deportes, pero sigan haciendo ejercicio.

Nos vemos pronto,
Rafa – El gordito corredor (o ya no tan gordito)

miércoles, 27 de febrero de 2013

El día que me convertí en medio maratonista


Como les comenté anteriormente, el fin de semana lo pase fuera de Madrid esquiando, por lo que no corrí ni un kilometro, además de haber comido bastante. El lunes, aún con las piernas un poco cansadas de hacer snowboard, pero ya sin agujetas ni cansancio serio, salí a correr.

Cuando salí, como no sabía en verdad como estaba, me plantee tres metas con mucho para jugar, un mínimo de 12,5K, a partir de 15K estaría satisfecho, 18K los vería como muy buenos y de llegar a los 21,165K sería, además de la sorpresa y la felicidad que ello conlleva, lo máximo que haría.

Antes de la dieta que hice en enero, hubo varias veces que coquetee con correr 21K, corí 18 en una ocasión, 17 en otra y 15 en varias. Me parece que cuando uno se monta en 15, pese a que quedan 6 kilómetros por correr todavía, los 21 se sienten a la vuelta de la esquina, ni hablar cuando llegas a 18.

Salí, con un ritmo suave, pese a que lo he aumentado considerablemente en el último mes, pero sin arriesgar, tomé rumbo Casa de Campo, como es costumbre, par de vueltas a la laguna, para quitar el “oxido” de las piernas, y rumbo a la primera subida del día, la cual superé sin mayores problemas, es más fácil que el camino de Somosaguas, del que les he comentado ya.

Cuando llegué arriba me sentía bien, por lo que desde ahí me dije a mi mismo, que este podía ser el día, así que decidí tomar el camino de las bicicletas que va por la parte alta de Casa de Campo, muy pegado a Pozuelo, seguí corriendo por ahí hasta el camino de Somosaguas, aprovechando que lo conocía, decidí bajar por ahí, al ser bajada, aumenté mucho el ritmo, pero sin forzar y teniendo mucho cuidado con el paso, para evitar una lesión, en verdad no me gustan las bajadas.

Ya llegando abajo, en donde la inclinación es mayor, sentí una pequeña molestia en la parte externa de la rodilla izquierda, dolor que me ha dado muchas veces. Paré un momento, estiré y probé volver a arrancar, el dolor desapareció, quedo una sensación, pero no me molestaba para correr, por lo que decidí ir en vía contraria a casa, para alargar la ruta y hacer más kilómetros, llegué al Zoológico y me devolví, fueron unos 3K, cabe acotar que desde el kilometro 8 hasta prácticamente el final de la carrera, el ritmo estuvo por debajo de 5:30 min/k, algo muy decente para lo que venía haciendo, más si tomamos en cuenta que lo mantuve por 13 kilómetros.

No es falso que en el 17 estaba un poco cansado y que en el 19 un poco más, pero aún así quería llegar a los 21K, creo que estaba picado por toda esa gente en Caracas que lo corrió, que en verdad me alegro mucho por ellos, pero no me quería quedar sin correr mi propia media maratón CAF, así estuviera en otro clima y en otro continente.

Pese a llevar un buen ritmo en gran parte del recorrido, esos kilometro a 6:20-6:30 en subida y el par de paradas que hice para estirar y tomar agua, me perjudicaron bastante, pero la sensación que me queda es de victoria.

El martes amanecí cansado, con molestias en ambas rodillas, lesiones en varios sitios de la piel, pero sé que son dolores pasajeros, ya hoy amanecí mucho mejor, creo que hasta voy a correr, a pesar que en Madrid amaneció nevando.

Cuando decidí hacer la media, me puse como objetivo romper las dos horas, hasta esta carrera lo veía como una utopía, hoy lo veo como algo muy posible, me quedan cuatro semanas de entrenamiento todavía, dejando una quinta para descansar y estar, no a tope, pero si con buen descanso en la carrera, y me creo muy capaz de bajar esas 2:03:14 de mis primeros 21K.

Nos vemos pronto,
Rafa – El gordito corredor

lunes, 25 de febrero de 2013

La mejor bebida post-entrenamiento que he probado


Hace unos artículos ya, escribí sobre la nutrición después de entrenar, y es que hace poco probé algo nuevo y lo que quiero compartir con ustedes, porque tiene de todo, proteínas, carbohidratos de los buenos, azucares naturales, fibra, calcio, vitaminas esenciales y mucho más. Parece ya un infomercial de esos típicos de las noches por la tele, pero es que en verdad es una mezcla de varias cosas, que además de ayudarte a recuperar, sabe muy bien.

Esta bebida tiene tres componentes, un poco de agua y la licuadora, solo se necesita un poco de imaginación para hacerlo a tu medida, y lo mejor da para inventar mucho y a diferencia de una comida completa, se hace muy rápido y no toma demasiado tiempo tomársela.

Yo la hago de esta manera, pongo unos 100 ml de agua en la licuadora, agrego un par de yogures bajo en grasas y en azucares, cero azucares agregados, tratando de que sea lo más natural posible, pongo una taza de frutas, suelo usar frutos del bosque por sus beneficios, tienen muchos antioxidantes, vitaminas y además saben muy bien, hasta aquí es un smoothie sin nada nuevo, pero falta la mejor parte, agrego una medida de proteína de soya, mejor que la convencional porque tiene menos calorías, no tiene azucares añadidos y la calidad suele ser mejor, aún cuando se sacrifica mucho el sabor, cosa que no importa, porque entre los yogures y las frutas, no se siente el sabor de la proteína, los que me conocen saben que soy necio a la hora de comer, y ciertamente he encontrado una solución en esta mezcla. Para finalizar agrego un par de cubos de hielo para que quede medio granizada y bien fría.

Poniendo todas estas cosas suele salir alrededor de un litro de bebida, que con todo lo que tiene se recupera todo lo que uno pierde en la carrera de liquido, además la proteína ayuda mucho en la recuperación de los músculos dañados y a crear nuevos músculos, las frutas tienen carbohidratos que son vitales después de una entrenamiento, además de los antioxidantes y las vitaminas, que también benefician la recuperación muscular y nuestra salud.

Ahora bien, yo lo hago de esta manera porque quiero seguir bajando de peso, pero si están conformes con el suyo pueden agregar una proteína “convencional”, de esas que venden en polvo, y en vez de fresas y moras, pueden agregar cambur, que tiene potasio y más carbohidratos, y en vez de los yogures light, pueden incluir los convencionales, que también tienen grasas naturales, que deben formar parte de una dieta balanceada.

Recuerden que cuando estamos corriendo mucho, la alimentación es muy importante, siempre he pensado y me lo han confirmado tanto entrenadores personales, como nutricionistas y diferentes revistas y libros, pese a que el entrenamiento sea importante, la alimentación tiene mayor peso a la hora de mejorar nuestra condición física, por lo que, en algunos casos las tres comidas no son suficientes y tenemos que agregar otras comidas o bebidas como esta que les describo.

Nos vemos pronto,
Rafa – El gordito corredor

domingo, 24 de febrero de 2013

Un Fin de Semana Diferente


Antes de empezar este post, quiero aprovechar para felicitar a todos aquellos que corrieron el Maratón CAF de Caracas, felicidades, espero que lo hayan disfrutado y que se hayan cumplido todos sus objetivos.

Ahora a lo que vamos, este fin de semana fue muy diferente a cualquier otro, no corrí ni un kilómetro, pero entrené muchísimo, se preguntar cómo, no fue nadando, no fue bicicleta, no fue que jugué fútbol, ni pádel, ni nada que haya hecho anteriormente. Este fin de semana me fui a esquiar a Huesca con unos compañeros del máster, nos quedamos en las casas rurales de uno de ellos , Modesto, con el cual estamos muy agradecidos, y les tengo que decir que son fantásticas, por mi parte se las recomiendo (si las quieren ver su página web es www.casaspirineo.com), primera vez que esquio y nunca me imaginé que me cansaría tanto.

Por ser mi primera vez, y haber practicado, o por lo menos haberlo intentado, otros deportes similares, elegí el snowboard, además si les soy sincero, me llama más la atención y más importante todavía, mi amigo Tony me dijo que me ayudaría y en verdad sin él no hubiera sido posible, tuvo toda la paciencia del mundo y pese a que me llevó a sitios complicados, gracias a su ayuda pude bajar y quedar con ganas de volver a subir, lanzarme y enamorarme de un deporte más…

Ahora bien, a diferencia de varios amigos venezolanos que corrieron la CAF, no corrí ni un kilometro en todo el fin de semana, pero pocas veces he estado tan cansado en mi vida, tengo agujetas desde los gemelos, los muslos y glúteos completos, el abdomen la espalda e inclusive, por loco que suene, hasta los antebrazos.

Al ser la primera vez, y haberme ido hasta un sitio bastante alto de la montaña (el más alto de todos, no me quedó otra de bajar a como fuera lugar) Hubo pistas que eran fácil y otras que se complicaban más fuera por su inclinación o lo angosto que eran, lo que trajo como consecuencia que me pusiera un tanto tenso e hiciera mucha fuerza al punto de tenerme que tirar a un lado de la pista a descansar un poco.

Pocas han sido las veces que he tenido las piernas tan cansadas, he jugado partidos de tenis de 3 de 5 sets, partidos de futbol de 90 minutos, inclusive un día tuve partido de futbol de 60 minutos y el mismo día torneo de tenis en donde me fui a 3 sets, y de verdad no se compara a esto.

La segunda vez que me lancé, ya era tarde, el sol casi no pegaba en la parte más alta, por lo que la pista estaba más congelada y los golpes eran más fuertes, aun así me lance, pero al ser tan novato, con las condiciones un poco peores a la primera vez que me lancé, sufrí un poco más y me caí unas cuantas veces más, que dolieron mucho.

Al final de esta última bajada, de tanto caerme y del gran esfuerzo que tenía que hacer al levantarme, me empezaron a dar calambres en la zona abdominal y en la misma desesperación para llegar a bajo empecé a ir más rápido, no me caí tanto pero, cuando me caía los golpes eran más fuertes.

Al final, logré llegar abajo, exhausto, pero feliz, con calor e inclusive sudando bastante, a pesar de estar a unos -5 o -6 grados centígrados, y para nuestra fortuna, la pista donde estábamos, terminaba justo en el bar, por lo que el momento no pudo ser mejor para darnos como recompensa una cerveza helada.

Nos vemos pronto,
Y no antes de agradecerle a Tony, Modesto y a todos los del viaje una vez más,
Rafa – El gordito corredor

miércoles, 20 de febrero de 2013

Esos zapatos que no podemos dejar


Creo, o por lo menos espero, que todos pasemos por esto alguna vez, no es que sea algo bueno, pero se disfruta, con todo y eso que lleva unos riesgos unidos.

Siempre hay unos zapatos que nos encantan, que llegamos al punto que los sentimos como parte del pie, me ha pasado en tenis, me ha pasado en futbol, en futbol sala y últimamente me está pasando con mis zapatos de correr.

Siempre he tenido dos zapatos, uno principal y otro que roto cuando estoy corriendo mucho, en octubre después de mucho ruedo finalmente los pasé a los “segundones”, pero es que cada vez que los uso, algo cambia para bien. Por ejemplo, tenía tiempo que no pasaba los 10K, los use y llegué a 12,5K sin problema, los he usado en mis mejores carreras, en las más largas, en las más rápidas y es por ello que les tengo tanto cariño.

Tomen en cuenta que unos zapatos, dependiendo su calidad, amortiguación y muchas otras cosas, se deben cambiar entre 600 y 1000 kilómetros. Estos hace rato los pasaron, son unos Nike Lunarglide 3, que cuando los compré eran negros con rojos como los de la foto, hoy ya están al punto de ser gris con rosado, solían ser 10.5, ahora estoy seguro que son más grande, ya que los nuevos que me compre, los Lunarglide 4, muy recomendados por cierto, me quedan considerablemente más ajustados. El zapato descocido por varias partes, la suela considerablemente desgastada y muy amoldada a mi pisada, lo cual no es necesariamente bueno, pero aún así no pretendo botarlos.

Leí una vez un comentario de un lector en Runners que tenía unos zapatos Brooks y que ya le había sacado más de 15.000K, si QUINCE MIL kilómetros, que los había cocido, remendado y que no pretendía botarlos, que pasó del running a la marcha y todavía los sigue usando en esa carrera del año que más ama. No pretendo hacer esto, ni tampoco se los recomiendo, pero hay gente que llega a ello.

Para mi el secreto está en algo muy sencillo, saber cuando utilizarlos, un zapato con la amortiguación vencida, no la pierde completamente, pierde un porcentaje importante y más aún aumenta su tiempo de recuperarla, pero no quedan inservibles, por lo que en vez de usarlos 3 veces por semana úsenlo una o dos como mucho, pero no abusen, pueden terminar causando una lesión, por lo pronto, les digo que todavía no botaré mis zapatos, pero si los estoy usando menos cada vez, cosechando mis nuevos favoritos.

Nos vemos pronto,
Rafa, El gordito corredor