Todos sabemos que salir a
entrenar acompañado es más fácil que salir solo, sientes un poco la obligación
con otra persona y suele ser más divertido, pero hay ciertos errores que
solemos cometer, o por lo menos a mi me ha sucedido varias veces.
Siempre hay esa primera vez
que sales a correr con alguien que conoces o inclusive alguien con el que has
entrenado anteriormente, pero tienen tiempo que no coinciden que termina
volviéndose casi lo mismo que la primera vez que corriste con él, calientan
juntos, hablan, comentan lo que han estado corriendo, los ritmos y cualquier
otra información que permita saber si estamos por encima, por debajo o en el
mismo nivel y es que fue eso lo que me paso cuando salí a correr con mi amigo
Wachu (Omar Rivas), sabemos los dos que estamos en esto del running, hemos
hablado muchas veces, compartido tips, pero nunca habíamos coincidido, hasta
que por fin hoy, un poco por esto del blog, salimos a entrenar juntos en el
parque Casa de Campo en Madrid.
Llegamos, hablamos lo típico,
esta entrenado fuerte, corrió 29 la semana pasada, comparamos ritmos y
estábamos más o menos similares, pero lo cierto es que la verdadera prueba está
cuando uno sale a correr. Viendo las distancias y que está entrenando más
fuerte que yo, le propuse hacer una ruta de subidas, que son uno de mis
fuertes, y que además el quería probar ya que en Febrero va a hacer la media
maratón de Caracas y esta es una ciudad que tiene muchos desniveles.
Finalmente salimos, hacían
unos 7º centígrados, por lo que la temperatura estaba agradable, íbamos a un
buen ritmo, quizá 5:30 – 5:40 el kilometro, entramos al parque, tomamos la
primera subida, dimos la típica vuelta a la laguna de un poco más de un
kilometro para entrar en calor y empezamos con la subida, de donde sale la
parte que creo más importante de este post.
Para hacerlos entrar un poco
en contexto, ya llevábamos unos 3 km y la subida mide aproximadamente unos 2,5
km, de subida con varios desniveles, unos más fuertes que otros, pero al final
siempre en subida. Empezamos a subir, uno como deportista, casi siempre, por no
decir siempre, competitivo, manteniendo el mismo ritmo porque el otro no lo
bajaba, pasa el primer kilometro, seguíamos prácticamente en el mismo ritmo y
la subida se iba haciendo más empinada, llegó el segundo y cuando la
respiración y los latidos de los dos era tan alta que prácticamente no
escuchábamos los pasos fue cuando le pregunté, eso si con voz como si no
estuviera haciendo ningún esfuerzo, “¿qué tal? ¿cómo vas?” y el buscando hacer
lo mismo “yo diría que un poquito cansado”, es aquí cuando sale mi pregunta,
¿Bajamos el ritmo un poco? Respuesta inmediata, no estaría de más, es aquí
donde bajamos el ritmo, ya a punto de terminar la subida y con un gran desgaste
ya hecho.
No digo que buscar subir el
ritmo y tratar de mejorar este mal, pero forzar demasiado lo que puede hacer en
el mejor de los casos es acortar un entrenamiento y en peor una lesión, por lo
que les recomiendo, hablen durante el entrenamiento, sean orgullosos, pero sean
más inteligentes, al final es un entrenamiento y el fin último no es terminarlo
es entrenar para esa carrera que quieren correr, por lo que aquí les dejo en
forma un poco de lista algunas recomendaciones para buscarse su grupo de
correr:
· Busquen gente de su nivel, la competencia es buena, pero siempre y cuando estén en la misma liga.
· En esto del running siempre
va a haber alguien más rápido que ustedes, así sea Usain Bolt o la persona que
tienen al lado, conozcan sus limites.
· Hablen, al final, la persona que tienen al lado no es adivina, si están
forzando, no necesariamente va a saberlo.
· Traten de ir a un ritmo que
puedan hablar, así irán a un buen ritmo
de entrenamiento y además se les hará más agradable.
· Motívense, hay veces que un simple “tu si puedes” “ponle corazón” o sencillamente
“solo falta un kilometro” puede hacer la diferencia.
Nos vemos pronto
Rafa – El Gordito Corredor
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